Procedencia: Universidad Autónoma de Nuevo León.

Resumen:
La Enfermedad de Alzheimer (EA) es el tipo de demencia senil más común. La deposición
del péptido beta amiloide (Abeta) en el cerebro es uno de los eventos más importantes en
la progresión de la enfermedad. Evidencia actual implica a los oligómeros solubles como
agentes primarios tóxicos en enfermedades amiloides. Por lo que prevenir la formación de
estos oligómeros solubles podría detener el auto ensamblaje del péptido beta amiloide.
Por esta razón, la formación de oligómeros se comienza a considerar como blanco en la
búsqueda de estrategias terapéuticas para EA. La secuencia de aminoácidos del péptido
Abeta es esencial para sus propiedades de agregación y la formación de placas
amiloides. En este trabajo, usamos tres variantes del péptido Abeta: una que contiene los
aminoácidos del 1-42 los cuales corresponden a la secuencia completa del péptido Abeta,
otra con los aminoácidos del 1-40 y otra restringida a los aminoácidos del 25-35.
Insertamos mutaciones puntuales en las posiciones: A30W, K28A y M35C para evaluar el
papel de estos aminoácidos en dichas posiciones en la cinética de agregación del péptido
Abeta y para evaluar si los cambios en la cinética de agregación correlacionan con
cambios en la citotoxicidad de los péptidos. Evaluamos la formación de agregados tipo
amiloide mediante microscopía de fuerza atómica y por fluorescencia con tioflavina S y
probamos los efectos de semilla amiloide de los péptidos mutantes en ensayos de
coincubación, y se correlacionaron los cambios de la cinética de agregación con la
citotoxicidad y producción de especies reactivas de oxígeno (ERO). Nuestros resultados
demuestran que las tres mutantes del péptido Abeta inhibieron la formación de agregados
tipo amiloide y removieron agregados del péptido silvestre. Las mutantes A30W y M35C
de los péptidos largos (1-40 y 1-42) disminuyeron la producción de ERO y citotoxicidad,

mientras que los péptidos del fragmento corto disminuyeron la viabilidad celular. El
análisis por AFM demostró que la mayoría de las mutantes no formaron fibrillas. Esta
estrategia de introducir mutaciones puntuales en la secuencia del péptido Abeta puede
conllevar a diseñar nuevos agentes terapéuticos para EA.